domingo, 12 de abril de 2009

Pis de perro.

Es un cuento territorial:

- No flaco, no está.
- ¿No sabés cuándo vuelve, o si estará por llegar?
- Mirá, no vengas más acá, sin vueltas te lo digo. Así de una, no vengas más. Esta es mi casa y no tengo ganas de verte la carita, ¿sabés?
- Ok, comprendo, pero tampoco me pongas ese tono, ¿viste?
- Te pongo el tono que quiero, estoy en mi casa. ¿Me vas a explicar cómo hablar en mi casa?
- No, no perdería el tiempo con un zapato como vos.


Ignacio dejó la puerta entornada y se fue para adentro.. Víctor, se quedó en el hall. Puertas adentro se escuchan ruidos de envases de vidrio. Sale Ignacio al hall.


- ¿Vos de dónde saliste? Qué hacés acá?
- Yo la conozco desde antes que vos. De dónde saliste vos en todo caso?
- Yo soy el marido.
- Yo soy un amigo.
- Vos sos un payaso careta. Volá de acá.

Ignacio se va y deja la puerta abierta nuevamente. Víctor va a contestarle pero se calla. Puertas adentro se escucha agua correr .. como si se llenara una botella (cluc cluc cluc).

Ignacio sale a al hall. Víctor está en la puerta del ascensor y ya tocó el botón.

- Hacés bien en irte sabés? Tenias cara de cagón.


Víctor no dice nada y se va en el ascensor. Ignacio se mete adentro y cierra la puerta. Camina hasta la cocina, agarra una botella de cerveza abierta y luego enfila para el balcón. Espera y mira para abajo. Al ratito levanta la botella toda rellena de agua agarrándola del pico, calcula… y deja caer la botella en la cabeza de victor.

1 comentario:

  1. hubieras sacado un once felicitado, coronita, si mi corrección hubiera estado presente .

    Todo en la vida no es perfección, por suerte-

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