Es un cuento territorial:
- No flaco, no está.
- ¿No sabés cuándo vuelve, o si estará por llegar?
- Mirá, no vengas más acá, sin vueltas te lo digo. Así de una, no vengas más. Esta es mi casa y no tengo ganas de verte la carita, ¿sabés?
- Ok, comprendo, pero tampoco me pongas ese tono, ¿viste?
- Te pongo el tono que quiero, estoy en mi casa. ¿Me vas a explicar cómo hablar en mi casa?
- No, no perdería el tiempo con un zapato como vos.
Ignacio dejó la puerta entornada y se fue para adentro.. Víctor, se quedó en el hall. Puertas adentro se escuchan ruidos de envases de vidrio. Sale Ignacio al hall.
- ¿Vos de dónde saliste? Qué hacés acá?
- Yo la conozco desde antes que vos. De dónde saliste vos en todo caso?
- Yo soy el marido.
- Yo soy un amigo.
- Vos sos un payaso careta. Volá de acá.
Ignacio se va y deja la puerta abierta nuevamente. Víctor va a contestarle pero se calla. Puertas adentro se escucha agua correr .. como si se llenara una botella (cluc cluc cluc).
Ignacio sale a al hall. Víctor está en la puerta del ascensor y ya tocó el botón.
- Hacés bien en irte sabés? Tenias cara de cagón.
Víctor no dice nada y se va en el ascensor. Ignacio se mete adentro y cierra la puerta. Camina hasta la cocina, agarra una botella de cerveza abierta y luego enfila para el balcón. Espera y mira para abajo. Al ratito levanta la botella toda rellena de agua agarrándola del pico, calcula… y deja caer la botella en la cabeza de victor.
hubieras sacado un once felicitado, coronita, si mi corrección hubiera estado presente .
ResponderEliminarTodo en la vida no es perfección, por suerte-