sábado, 4 de abril de 2009

Persecuta.Com

Iba mirando todos los puestos de ropa viendo que le podía comprar. Una vez en la vida tenía algo de plata en la mano y le quería llevar algo. Dentro de poco íbamos a cumplir un año de estar juntos. Ese día no le compre nada y me fui a verla. Ella estaba escuchando a un gallego cantar cuando entre en su habitación. Me dio un beso y me abrazo. No se por que siempre entraba a la defensiva, y ella me abrazo y me dejo bajar la ansiedad, para poder hablarle. Me dijo que me amaba mucho, pero por costumbre genética, siempre desconfío de las flores. Haciendo como que no me importaba le pregunte si me quería mas a mi que al gallego que estaba cantando. Ella se rió y me dijo que a ese gallego jamás lo conocería en persona, que tiene tanta plata y mujeres, que nunca se fijaría en ella. Que pelotudez tan grande acababa de decirme, si el gallego la viera, seguro, seguro que intentaría seducirla. Ella seguía bailando y cantando a coro con ese gallego. Le pregunte que pasaría si ese gallego viniera a la argentina a dar un recital y por ejemplo se lo encontrara en un restaurante ¿Te lo cojes? –









-Si lo miras desde el punto de vista que esto podo haber sido real, es tristísimo.

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