lunes, 9 de noviembre de 2009

Dos perros

Dos perros, llevaba yo cuando la vi pasar. Los perros la vieron antes que yo y me miraron los dos juntos al mismo tiempo. Comprendí sus caras, miré adelante y la vi. Tenia todo menos años, era como de 17 para exagerártela. No sabes lo que era, estaba mejor que Dios, divina y toda poderosa. Se reía, era feliz de ser la mas linda. Me miro muy de reojo y ya venia sonriendo de antes. Le dije si quería que la acompañe, que el barrio era oscuro esa noche y que los perros nos iban a cuidar de todo lo malo que hay en la calle. Ella siguió sonriendo y caminando. Yo también seguí caminando sin esperar nada pero los perros se detuvieron en el lugar hasta que yo colgué de las correas y me di vuelta. Ella se dio vuelta y me pregunto hasta donde la acompañaría custodiándola. Me puse contento pero me pareció ver pasar detrás de ella al ángel de la histeria. Pensé hasta donde ira caminando esa chica, puse en duda esa sonrisa y lo multiplique por veinte hipotéticas cuadras. Como resultado dio un plan chino. Me estaba por auto bajar de mi propuesta cuando me miraron sus pechos a los ojos. Acaricio mis perros y sentí envidia animal, por eso le dije a mis ojotas, que se pongan cómodas por que comenzaba el viaje al destino loco. Caminamos 10 metros sin hablar, ella se reía y yo miraba a los perros, me perecía como que hablaban entre ellos y se decían que los estaba haciendo caminar al pedo, que no se iba a dejar montar la bella sonriente. Eso me tiro para abajo y tuve que bajar los objetivos en la marcha de hormonas. Ya no pretendía ir a los bifes. Le pregunte si le gustaban los perros y me dijo que si sin hablar. Se los ofrecí como regalos. Ella dejo de sonreír y de caminar. Me dijo que no me creía y le dije que se los regalaba si me regalaba un poco de posibilidades. Me dio una posibilidad por cada perro en diez posibilidades y me aclaro que no estaría solo en la licitación de su corazón. Yo ya invertí diez metros y tengo mas ahorrados también, así que soy un candidato revelación, voy a pagar el derecho del piso.




Una semana después la chica linda de la historia de arriba, me vino a buscar a mi cabeza, me pidió que continuara con su historia, que ella ya estaba viva, que no la deje huérfana, que me haga cargo de mi creación. Le dije que no estaba muy convencido de fabricar un destino, que ella no existía de otra forma que no fueran letras. “Eso crees vos” me contesto, dijo que ella ya estaba en mi cabeza también, ella era yo mismo, que tenia que continuar su historia para poder hacer mi destino. Me convenció, pero no encontraba la voluntad del burro de arranque, así que voy a empujar las primeras oraciones…



Otro día:



Tenía flequillo y cara redonda, ojos grandes y marrones con labios con imán. También tenía novio, o alguien a quien besar, pero, por ahora era solo un proyecto en el aire de un suspiro, mucho no me preocupaba.



Caminamos seis cuadras casi sin hablar hasta llegar al hall de un edificio. Yo no dije nada y ella tampoco, me estaba poniendo ansioso de no saber que estábamos haciendo. Para ser bien sutil, le pregunte si tenia novio y me dijo que si, en ese momento un perro estornudo. Le pregunte que haría ella en mi lugar si quisiera tener algo con migo y se rió. Su sonrisa ya no me seducía tanto como antes, a veces me fastidiaba, pero le quedaba tan bien que cuando terminaba de reírse, aunque fuese de mi, yo también reía. “yo, si fuera vos tendría un poco de paciencia y confiaría ” Me quede cayado mirándola hasta que ella se rió y después yo me reí también. Le pregunte de donde había sacado esa respuesta tan autoayuda y me dijo que es lo que ella haría si fuera yo, que me estaba respondiendo sinceramente y que sinceramente la sinceridad entre desconocidos es tan fina como una tela de juicio. Ya lo tenía decidido, ella me gustaba más.



Volvi con los perros para casa y nos fuimos a dormir. Me propuse no pensar mas en ella, solo había sido una chica que me cruce en la calle, pensé, pero ese pensamiento se me ramifico en mil reflexiones. La noche y el silencio formaron una pista para hacer patinar todas las dudas, toda lo noche. Lo primero que destaque de esa chica fue reconocer que me había movido el piso, y aunque en un futuro ella no fuese mía, me había servido para darme cuenta que lo que necesitaba era alguien que me descoloque, que me deje bobo, que me ponga a pensar y a sentir. Busque en mi cabeza y no encontré ningún terremoto, recordé como fue la ultima vez que me había enamorado y me acorde lo embobado que estaba. Lo que tengo que conseguir, es volver poner a sentir el cuerpo así, de esa manera. La parte que no me gustaba reconocer ni que se me notara era la ansiedad de mi corazón, de ahí tantas salidas, tantas noches, tanto alcohol, tantos besos amargos etc. Mi vida era de puntos suspensivos, la sentía como en un entre tiempo y me ponía mal esa situación, no quería ningún entre tiempo, no quería sentir ninguna pausa, quería disfrutar todo, poblando el tiempo de cosas copadas, de amor, de sexo, de diversión, de trabajo, de amistad y de letras, no de aburrimiento y de inestabilidad. Casi con 30 me daba cuenta que lo que yo quería era tenerla clara, haber aprendido algo, poder pronosticar, no pisar los mismos palitos, ser sabio en vez de inteligente, controlar sentimientos y ya no sorprenderme de las cosas que se repetían en una misma vida. Buscaba saber los porcentajes exactos de los ingredientes para hacer el destino, será que uno hace su futuro o el futuro se hace solo y uno se va acomodando creyendo que es responsable de eso. ¿Somos responsables o no de nosotros mismos?

¿Voy a conocer la mujer que yo quiera conocer o la que el destino me ponga enfrente?

La combinación de los pensamientos con la realidad es como cuando aprendes a manejar el embrague, no sabes exactamente que es lo que pasa adentro del motor pero podes ver como avanzas o retrocedes. La vida y contexto de cada uno es el mundo de cada uno, y aunque muchos digan que somos todos iguales, la verdad es que no, no lo somos, ni siquiera todos contamos con las mismas herramientas para arreglar y construir las cosas. Lo que tenemos en común es el instinto de felicidad, que no es la misma para todo el mundo y también es común que dos felicidades se batan a duelo.



De repente mi cabeza se quedo sin señal después de visitar mi museo de dudas y me quede dormido en manos de la noche, de la vida, de Dios o de el destino que se hacia cargo de mi mientras yo estaba inconciente. Una centésima después de abrir los ojos, a la mañana, continué maquinando y creí que a lo mejor entonces, el destino era de los inconcientes, de aquellos que no tenían conciencia de su poder como arquitectos de su propio árbol de la vida. Igualmente tanta ida y venida de ideas no son sanas, para mi que todo esto, era lo que no le hacia bien al animo, otra vez me levantaba en el mismo punto donde me fui a acostar, buscando en que porcentaje se podía confiar en el destino y en que porcentaje se podía fabricarlo, porque los extremos no son buenos, pero los grises tienen varias tonalidades, también.



Un mes paso sin que sacara a pasear a los perros, me hice el duro con la nada. Cabe aclarar que mi casa tiene jardín, lo que no trajo mayores problemas para los perros.



Otra vez tubo que venir la chica linda de la historia a buscarme a mi cabeza, “otra vez lo mismo?, seguís tirado acá, no pensás seguir?” “Si linda, ya voy” le dije, vamos de nuevo.

1 comentario:

  1. que lindo lo que escribis bolot, aprovecha este potencial que tenes y explotalo. te va a ir mas que bien.

    largo eh,pero lo lei todo.

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