lunes, 30 de agosto de 2010

La encontré




Me encontré la cabeza, la calavera de un perro, no me acuerdo donde la encontré, quizas haya sido en el bosque; en realidad en el bosque no, en el campo. Me lleve la calavera a mi casa y la deje en el coche un par de días, esto no lo hice a propósito, surgió así, se dio, se fue dando. Unos días después la encontré nuevamente en el piso del auto, la agarre con las manos y la mire un rato, me daba mucha impresión.



En un momento se me ocurre mostrárselo a mi perrita de ese entonces; Nasky. La perra lo olió desde lejos, parecía como si estuviera desconfiando, no se si de la calavera o de mi, pero a Nasky algo no le cabía. Yo me sentía raro, no sabía exactamente que pensaba la perra, si era susto, o si se daba cuenta que era de otro perro esa cabeza.



No me gusto esa situación y me juego que a Nasky tampoco.



domingo, 28 de marzo de 2010

Fastidio XL










Ansiedad, la tenes, ¿no?



No sabes que hacer, esto lo otro, nada encaja con las ganas; pero el cebador esta puesto y para algún lado hay que moverse. Aunque sea sin hacer ruido



Me escribió su mail en un papel que guarde sin leerlo, lo guarde como un regalo casi inconciente para verlo después. Llegue con un menos, ella me dio un mas y quede mas o menos, clishe anímico propio. La temperatura bajo y la vida estaba fría o tibia, no se. Volví al revés, ansiando. Pare en la farmacia para una cura, al guardar el vuelto voló el papel con mi regalo debajo de un coche. No lo fui a buscar.

martes, 9 de febrero de 2010

martes, 26 de enero de 2010

Así es María.........






Es linda, suele ser simpática y cuando se suelta y es muy ella, es genial. Pasa que la inseguridad la desborda, no cree para nada en ella y eso le resta mal. Trata de caer siempre bien a toda costa. Sus latiguillos después de hablar con la gente son “tal cual” o “es verdad, a mi me pasa lo mismo” y eso es una de las cosas mas fastidiosas de ella. Es más inteligente de lo que ella cree que es, y a veces abusa un toque de su belleza para conseguir cosas. Tiene muchos sueños pero cree que las cosas salen casi por casualidad, el esfuerzo y la constancia no los tiene registrados. Quiere tener éxito pero no sabe en que. Se ilusiona con todo, es verborragica, bla bla bla bla, no para. También es sínica, pero bastante berreta, o sea, te das cuenta cuando intenta arrastrarte para donde ella quiere. Y si, es mentirosa, pero no de fabulas ni cuentos, si no mas bien es como esas personas que dicen una cosa y hacen otra. Doble discurso a pleno, depende de el momento y con quien este hablando. Mezcla al amor y al odio, por ejemplo, si le gusta un pibe y este no le da bola, lo quiere destruir, lo odia.

Sus conversaciones y actos no son del todo genuinos, le cuesta salirse de su personaje, yo creo que no lo registra, tiene como instalada una postura de grandeza. No tiene muchos amigos de posta y le cuesta abrirse, a pesar de su verborrea, a la hora de mirar para adentro le cuesta un Perú. Ojo que es buena persona, eh.




viernes, 22 de enero de 2010

BRUMA JOBO


(Que malo que sos)

Para conocerlo un poco podría darte este perfil: Es un hombre, vicioso, rico, asqueroso, engendro de Satán, carente de moral, anarco-drogadicto, perdido total, mente retorcida, alma de homicida, cara de culpable, le pega a la novia, insulta a su mamá, no se baña nunca, no quiere trabajar, desaliñado y borracho también, que jode y molesta a los hombres de bien. Con ustedes; Bruma Jobo.



No se acordaba de nada, porque nada le importaba. Solo se acordaba del techo, lo sabía de memoria; había agotado las posibilidades de formar figuras con las manchas de humedad. Esa fue la única virtud que le dejaba pasar tantas horas tirado en la cama.

Bruma gastaba tiempo y acumulaba dinero. Lo guardaba bajo la cama. La plata provenía de rentas quién sabe de dónde que un cadete se encargaba de cobrar y traérselas hasta la puerta de casa, o más bien de la cama. Disfrutaba de su libertad encerrado todo el día en el departamento, así era feliz. No necesitaba nada, solo su celular.

Las noches de Bruma Jobo eran rutinarias. Comenzaba con dos llamados cortitos al hilo; primero encargaba dos grandes de muzzarella, cortaba y luego pedía dos chicas; una veinte añitos y otra más madurita. Los llamados no eran al azar, a Bruma le divertía hacer coincidir en horario, en el hall de su casa a las chicas del piringundín con Tito, el coloradito del delivery. Disfrutaba de hacerlo poner más rojo aún. Les abría la puerta e insistía en que pasaran los tres. Siempre el mismo resultado, las chicas pasaban y el Colo rajaba despavorido en la Zanella. De este modo, Bruma se ahorraba la propina.

Al día siguiente la misma historia, pero esta vez el Colo acepto la propuesta. El anfitrión se sorprendió y le dijo que sabía que tarde o temprano caería, que se le notaba que era un adolescente sin un rumbo sexual definido y sobre todo muy curioso. El delivery no dijo nada y se sentó en la cama con las chicas alquiladas, que no eran estreno pero sí había que devolverlas al otro día. Bruma, mientras devoraba las pizzas, hacía alarde de su riqueza y de cómo la había hecho. Él sabía todo lo que había que saber sobre cómo generar ganancias, para luego poder vivir de los servicios de los demás. Hablaba de roles, de castas sociales, de las funciones que cada uno tenía en la vida y de cómo ellos debían complacerlo, ya que era él, quien les estaba dando de comer.

Mientras tanto, el Colo había aprovechado el sermón para sacarse todo menos las medias y ubicarse entre las dos chicas.

“Empiecen sin mi, todavía queda una birra en la heladera” dijo el señor Jobo mientras se acomodaba en el sofá para ver la función. Minutos después, Bruma estaba más caliente que la pizza, y quiso entrar en escena, pero las chicas ya habían hecho el casting y prefirieron hacer un unipersonal con el Deliveryboy. Bruma Jobo como loco exclamó, “Que parte no les quedo claro, que acá, el que puso la teca, es el quia” señalándose a sí mismo. Más luego agarró a patadas al viril jovencito y echó a todos a los gritos de su cama y de su casa. Estaba desilusionado, él esperaba ver el fracaso del Colo para luego denigrarlo, pero pasó exactamente lo contrario. Estaba furioso porque el adolescente había dado cátedra.

Y así fue como esa misma noche cambio el imán de la pizzería por el de Solo Empanadas.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Dos perros

Dos perros, llevaba yo cuando la vi pasar. Los perros la vieron antes que yo y me miraron los dos juntos al mismo tiempo. Comprendí sus caras, miré adelante y la vi. Tenia todo menos años, era como de 17 para exagerártela. No sabes lo que era, estaba mejor que Dios, divina y toda poderosa. Se reía, era feliz de ser la mas linda. Me miro muy de reojo y ya venia sonriendo de antes. Le dije si quería que la acompañe, que el barrio era oscuro esa noche y que los perros nos iban a cuidar de todo lo malo que hay en la calle. Ella siguió sonriendo y caminando. Yo también seguí caminando sin esperar nada pero los perros se detuvieron en el lugar hasta que yo colgué de las correas y me di vuelta. Ella se dio vuelta y me pregunto hasta donde la acompañaría custodiándola. Me puse contento pero me pareció ver pasar detrás de ella al ángel de la histeria. Pensé hasta donde ira caminando esa chica, puse en duda esa sonrisa y lo multiplique por veinte hipotéticas cuadras. Como resultado dio un plan chino. Me estaba por auto bajar de mi propuesta cuando me miraron sus pechos a los ojos. Acaricio mis perros y sentí envidia animal, por eso le dije a mis ojotas, que se pongan cómodas por que comenzaba el viaje al destino loco. Caminamos 10 metros sin hablar, ella se reía y yo miraba a los perros, me perecía como que hablaban entre ellos y se decían que los estaba haciendo caminar al pedo, que no se iba a dejar montar la bella sonriente. Eso me tiro para abajo y tuve que bajar los objetivos en la marcha de hormonas. Ya no pretendía ir a los bifes. Le pregunte si le gustaban los perros y me dijo que si sin hablar. Se los ofrecí como regalos. Ella dejo de sonreír y de caminar. Me dijo que no me creía y le dije que se los regalaba si me regalaba un poco de posibilidades. Me dio una posibilidad por cada perro en diez posibilidades y me aclaro que no estaría solo en la licitación de su corazón. Yo ya invertí diez metros y tengo mas ahorrados también, así que soy un candidato revelación, voy a pagar el derecho del piso.




Una semana después la chica linda de la historia de arriba, me vino a buscar a mi cabeza, me pidió que continuara con su historia, que ella ya estaba viva, que no la deje huérfana, que me haga cargo de mi creación. Le dije que no estaba muy convencido de fabricar un destino, que ella no existía de otra forma que no fueran letras. “Eso crees vos” me contesto, dijo que ella ya estaba en mi cabeza también, ella era yo mismo, que tenia que continuar su historia para poder hacer mi destino. Me convenció, pero no encontraba la voluntad del burro de arranque, así que voy a empujar las primeras oraciones…



Otro día:



Tenía flequillo y cara redonda, ojos grandes y marrones con labios con imán. También tenía novio, o alguien a quien besar, pero, por ahora era solo un proyecto en el aire de un suspiro, mucho no me preocupaba.



Caminamos seis cuadras casi sin hablar hasta llegar al hall de un edificio. Yo no dije nada y ella tampoco, me estaba poniendo ansioso de no saber que estábamos haciendo. Para ser bien sutil, le pregunte si tenia novio y me dijo que si, en ese momento un perro estornudo. Le pregunte que haría ella en mi lugar si quisiera tener algo con migo y se rió. Su sonrisa ya no me seducía tanto como antes, a veces me fastidiaba, pero le quedaba tan bien que cuando terminaba de reírse, aunque fuese de mi, yo también reía. “yo, si fuera vos tendría un poco de paciencia y confiaría ” Me quede cayado mirándola hasta que ella se rió y después yo me reí también. Le pregunte de donde había sacado esa respuesta tan autoayuda y me dijo que es lo que ella haría si fuera yo, que me estaba respondiendo sinceramente y que sinceramente la sinceridad entre desconocidos es tan fina como una tela de juicio. Ya lo tenía decidido, ella me gustaba más.



Volvi con los perros para casa y nos fuimos a dormir. Me propuse no pensar mas en ella, solo había sido una chica que me cruce en la calle, pensé, pero ese pensamiento se me ramifico en mil reflexiones. La noche y el silencio formaron una pista para hacer patinar todas las dudas, toda lo noche. Lo primero que destaque de esa chica fue reconocer que me había movido el piso, y aunque en un futuro ella no fuese mía, me había servido para darme cuenta que lo que necesitaba era alguien que me descoloque, que me deje bobo, que me ponga a pensar y a sentir. Busque en mi cabeza y no encontré ningún terremoto, recordé como fue la ultima vez que me había enamorado y me acorde lo embobado que estaba. Lo que tengo que conseguir, es volver poner a sentir el cuerpo así, de esa manera. La parte que no me gustaba reconocer ni que se me notara era la ansiedad de mi corazón, de ahí tantas salidas, tantas noches, tanto alcohol, tantos besos amargos etc. Mi vida era de puntos suspensivos, la sentía como en un entre tiempo y me ponía mal esa situación, no quería ningún entre tiempo, no quería sentir ninguna pausa, quería disfrutar todo, poblando el tiempo de cosas copadas, de amor, de sexo, de diversión, de trabajo, de amistad y de letras, no de aburrimiento y de inestabilidad. Casi con 30 me daba cuenta que lo que yo quería era tenerla clara, haber aprendido algo, poder pronosticar, no pisar los mismos palitos, ser sabio en vez de inteligente, controlar sentimientos y ya no sorprenderme de las cosas que se repetían en una misma vida. Buscaba saber los porcentajes exactos de los ingredientes para hacer el destino, será que uno hace su futuro o el futuro se hace solo y uno se va acomodando creyendo que es responsable de eso. ¿Somos responsables o no de nosotros mismos?

¿Voy a conocer la mujer que yo quiera conocer o la que el destino me ponga enfrente?

La combinación de los pensamientos con la realidad es como cuando aprendes a manejar el embrague, no sabes exactamente que es lo que pasa adentro del motor pero podes ver como avanzas o retrocedes. La vida y contexto de cada uno es el mundo de cada uno, y aunque muchos digan que somos todos iguales, la verdad es que no, no lo somos, ni siquiera todos contamos con las mismas herramientas para arreglar y construir las cosas. Lo que tenemos en común es el instinto de felicidad, que no es la misma para todo el mundo y también es común que dos felicidades se batan a duelo.



De repente mi cabeza se quedo sin señal después de visitar mi museo de dudas y me quede dormido en manos de la noche, de la vida, de Dios o de el destino que se hacia cargo de mi mientras yo estaba inconciente. Una centésima después de abrir los ojos, a la mañana, continué maquinando y creí que a lo mejor entonces, el destino era de los inconcientes, de aquellos que no tenían conciencia de su poder como arquitectos de su propio árbol de la vida. Igualmente tanta ida y venida de ideas no son sanas, para mi que todo esto, era lo que no le hacia bien al animo, otra vez me levantaba en el mismo punto donde me fui a acostar, buscando en que porcentaje se podía confiar en el destino y en que porcentaje se podía fabricarlo, porque los extremos no son buenos, pero los grises tienen varias tonalidades, también.



Un mes paso sin que sacara a pasear a los perros, me hice el duro con la nada. Cabe aclarar que mi casa tiene jardín, lo que no trajo mayores problemas para los perros.



Otra vez tubo que venir la chica linda de la historia a buscarme a mi cabeza, “otra vez lo mismo?, seguís tirado acá, no pensás seguir?” “Si linda, ya voy” le dije, vamos de nuevo.

domingo, 14 de junio de 2009

· VICO C


¿Y por que?



Aldo y Stela se habían casado hace un año. Aldo, si fuera por él, ya hubiera tenido un par de hijos, pero Stela no estaba convencida, casi, pero no aún. El tema es el padre de Stela, Vicenzo. Vico, lo llamaban; tenia 78 año y estaba enfermo de una arritmia inglinal C. No es algo letal si te agarra de joven con las defensas altas, pero de grande el panorama no es alentador.
Mientras tanto Stela se fue convenciendo de traer una criatura humana al mundo, la idea le fue cuadrando por este costado: Ella pensó que si su padre conociera a su nieto, él podría mejorar de alegría, ya que la enfermedad de Vico en nivel C, con el tiempo es fulminante. El tiempo en que la enfermedad actúa es arbitrario, no se sabe, depende de mil factores. Por eso, Stela no podía calcular si su padre seguiría vivo para entonces, calculaba que no. Pero igualmente este pensamiento fue la gota que rebalsó en su decisión.

Lo cierto es que al enterase del embarazo de su hija, Vico comenzó a evolucionar, Aldo y Stela tenían motivación razonable para ser feliz. Al sexto mes de embarazo las ecografías eran cada vez más grandes y las probabilidades de Vico cada vez más chicas.


Un día cualquiera podía ser el día de la muerte de Vico, pero un día cualquiera fue el nacimiento de Limbo, el hijo de Stela y Aldo. Ese mismísimo día, cargaron al viejo Vico en el asiento trasero del coche y lo llevaron de raje para el sanatorio. Vico iba muy dolorido pero con una mueca feliz escondida entre el dolor. Estacionaron en la guardia y pidieron una silla de ruedas para llegar más velozmente a la habitación 237. A los camilleros que se ofrecieron a ayudarlo, les contaron el motivo de la visita, por lo que ellos mismo deducieron, que seria mejor idea trasladar a Vico en una camilla. Traspasaron a Vico de móvil y recorrieron los pasillos hasta la 237. Desde el ascensor se escucharon los primeros llantos de Limbo y en la puerta de la 236 Vico murió. La muerte y una nueva vida compartieron un hall y ni se saludaron., que lastima.



Bolos:
· Vico $50
· Stela $ 35
· Limbo $ 10
· Camilleros $5
· Aldo $ 0 (los hicimos venir al dope)